Cuando circulamos en moto, nuestro principal parachoques es nuestro propio cuerpo. Si reparamos en lo expuestos que estamos a los golpes, es lógico pensar que toda seguridad es poca, especialmente en lo que a nuestra cabeza se refiere. Llevar protecciones solo tiene sentido si nos pueden garantizar la máxima eficacia en un accidente, por lo que es esencial saber si el casco está caducado.
En ocasiones anteriores, comprobamos lo importante que es cambiar de casco para que éste sea efectivo en un accidente. Muchos motoristas creen que con tan sólo llevarlo puesto ya es suficiente y no siempre es así. La vigencia del casco es igual de esencial que su material y su calidad, por lo que cómo saber si el caso está caducado no es, ni mucho menos, un tema menor en lo relativo a nuestra seguridad al manillar.
Cambiar de casco cada 5 años
La inmensa mayoría de los fabricantes recomienda cambiar de casco cada cinco años. Por supuesto, esta marca depende del uso que realmente se ha hecho del artículo: no será lo mismo uno que ha estado guardado en buenas condiciones (aunque esto tampoco lo confiere de una vida eterna) que uno que ha sufrido algún que otro golpe, por leve que éste sea.
Los pegamentos, las resinas y otros muchos materiales utilizados en la producción del casco pueden afectar las condiciones en las que se encuentra el forro interior, que es, sin duda alguna, la parte más importante de nuestro casco protector y, a su vez, una de las partes que más expuestas están al desgaste. Productos para nuestro pelo, fluidos corporales, como el sudor o el uso de cosméticos, pueden contribuir, y de manera muy notable, a la degradación del casco. También lo erosionarán productos de limpieza que tengan una base de petróleo, así como la pintura y el combustible. Y lo mismo ocurre con la espuma interior: su principal función es la de mantener nuestra cabeza adaptada al casco, por lo que con el uso, y sobre todo, el desgaste, puede perder ese ajuste y por tanto, el casco deja de ser tan eficiente.
Además, la experiencia nos indica que habrá una mejora visible en las características protectoras de los cascos en esos cinco años que transcurran entre la compra de un casco y otro, por lo que cambiarlo cada ese tiempo también nos hará beneficiarnos de los avances en los materiales, el diseño, y los estándares.
Pero, incluso dentro de esos cinco años aconsejados por la marca que los fabrica, nos preguntaremos cómo saber si está caducado. Nunca es una regla exacta, aunque hay una serie de circunstancias que nos pueden hacer valorar la eficiencia del nuestro; por ejemplo, si ha sufrido un golpe: quizá esto parezca evidente, pero no lo es tanto si nos referimos a cualquier tipo de golpe. Una caída al suelo desde nuestras propias manos, aunque pueda parecer inofensiva, puede reducir drásticamente la utilidad de nuestro casco, ya que los materiales de los que está compuesto pueden haberse quebrado, limitando así su utilidad.
Consejos para comprar un casco nuevo:
- Los cascos integrales son siempre los más seguros.
- Aunque tiene que ceñirse a los pómulos y adaptarse a nuestra forma, nunca puede apretarnos, ya que será muy incómodo.
- Siempre es recomendable que su interior esté hecho con tejido hipoalergénico.
- No debe exceder los 1.400 miligramos de peso.
- Los colores claros se ven mejor en la noche, por lo que se aconseja utilizarlos en el casco.
- Para limpiarlo, una esponja humedecida con agua y unas gotas de lavavajillas será más que suficiente. Para quitar los restos de jabón, lo limpiaremos con agua, y lo secaremos con un paño suave.
- Para el interior, con un champú infantil y sumo cuidado, y nunca frecuentemente, limpiaremos a mano y sin frotar.
Con estos consejos acerca de cómo saber si el casco está caducado, estamos más que preparados para optimizar nuestra seguridad cuando conduzcamos en moto. De manera complementaria, los nos conceden la mayor protección en la carretera para no tener que preocuparnos por nada más que de disfrutar del viaje.
Fuente: Canales MAPFRE - Motor